martes, 19 de julio de 2016

Ídolo de Peña Tú. Puertas de Vidiago, Llanes.

 
Nos situamos en el pueblo llanisco de Puertas de Vidiago, donde a su entrada, dirección Santander, nos espera un desdejado aparcamiento así como la dudosamente estética Aula de interpretación del Ídolo de Peña Tú, abandonada, cerrada...
 
 
Por detrás del comentado despropósito arquitectónico y derroche del erario público comienza una pista de 1 km aproximadamente que nos conducirá hasta la roca zoomorfa de Peña Tú.
 

Tras una ligera ascensión nos encontramos un cruce perfectamente señalizado, decidimos subir por la pista, camino más largo que bordea un bosque de hayas para hacer la vuelta por el interior.

 
La pista esta perfectamente acondicionada pero comienza a dar señales de deterioro.
En el último cruce que nos lleva al área recreativa continuamos rectos hacia la cima.
 
 
Tras el breve paseo llegamos a la mole rocosa donde está ubicado el Ídolo, conocido como La Testera del Xentil porque se parece mucho a la cabeza de una persona.
 
 
Punto estratégico, con una gran visibilidad, al norte puede observarse toda la rasa costera del oriente astur y al sur se vigila el acceso por tierra, el curso del río y las sierra pre-litorales que anteceden a los Picos de Europa.
 
 
La época de ocupación, correspondería con el periodo Asturiense (9000-7000 BP) del Neolítico y la Edad de los Metales (6000-2000 BP).
 
 
No es raro creer que en torno a este monumento podrían haberse realizado reuniones sociales a las que acudirían los diferentes grupos humanos para sus celebraciones.
 
 
Las pinturas están grabadas y pintadas en color rojizo esquematizando figuras humanas, destacando a simple vista una figura de 110 cm de ancho grabada sobre la piedra y coloreada en rojo oscuro.
 
 
 De la anatomía solo destacan dos círculos y un trazo vertical, (ojos y nariz), mientras en la zona inferior unos trazos nos indican el pie izquierdo desnudo como singularidad.
 

La figura que más resalta es el puñal de Lengüeta con su empuñadura con cinco remaches. 

 
En el conjunto aparecen varios grupos de puntos rojos, característicos del neolítico ibérico siendo mas abundantes hacia el extremo izquierdo. Están bastante borrosos.
 
 
Las pinturas se entremezclan con diferentes signos y cruces grabados en la roca en una época posterior para cristianizar las figuras paganas.
 
 
Otra de las figuras a reseñar es el hombre con el bastón, su mayor apertura de brazos y piernas, el objeto que lleva en su mano derecha cogido por el extremo encorvado dan un grado de estilización muy notable, desgraciadamente sus trazos se están borrando.
 
 
Se cree es el enterramiento del líder, cuya "cuna" se encontraría justo debajo.La convicción de que estamos ante un monumento mortuorio esta reforzada por la presencia de túmulos por toda la sierra aun sin excavar.
 
 
El camino de vuelta lo realizamos por la senda que atraviesa un frondoso bosque de  castaños y eucaliptos donde nos encontramos con el busgosu, personaje mitológico astur.
 
 


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