martes, 10 de noviembre de 2015

Iglesia de San Cristóbal el Real. Colunga.


Ubicada en el centro de la villa de Colunga se encuentra la Iglesia de San Cristóbal el Real.
 
 
 
Su característico pórtico de entrada, con arcadas, es abierto dando paso a un espacioso vestíbulo.
 

 
La torre de base cuadrada tiene tres plantas culminando en una cúpula de piedra rematada con una aguja.
 
 
Sobre el piso intermedio, el cuerpo del campanario y la torre del reloj.
 
 
Este templo en un principio se supone fue de origen románico. Completamente restaurado, su edificación data de 1881.
 
 
Reconstruida por el arquitecto diocesano Lucas María de Palacios siendo párroco el padre Francisco Allonca y Ron.
 
 
El templo es elegante y amplio combinando una mezcla entre barroco y neoclásico.
 
 
El interior se divide en tres naves, siendo la central más alta y sobre la que observamos la imagen del Sagrado Corazón.
 
 
El altar con un sencillo retablo neoclásico destaca por sus pinturas murales de estilo modernista.
 
 
Durante las fiestas de Nuestra Señora de Loreto a primeros de julio, centenares de fieles se congregan en el templo.

 
Principal punto de referencia en la villa de Colunga con la oficina de turismo local a su lado, es el punto de partida de varias rutas senderistas del concejo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

viernes, 6 de noviembre de 2015

PR-AS 136. Ruta La Riera. Colunga.

Partimos del centro de Colunga, desde la pequeña plaza que alberga la estatua en honor al doctor Grande Covián, mundialmente reconocido en el campo de la nutrición y la bioquímica.
 
 
A su espalda, el palacio familiar del siglo XVI donde en 1909, el doctor Grande Covián nació.
 
 
De estilo renacentista, está formado por dos cuerpos. El primero, está abierto al jardín con galería y corredor. El segundo, tiene tres pisos  y cubierta a tres aguas. Destacar el balcón con el escudo de armas familiar en el segundo piso y en la planta superior una ventana en esquina dividida por una columna.
 

 
Por la izquierda del palacio tomaremos la antigua calle Real, hoy dedicada al destacado científico. Camino del barrio Santa Ana pasamos por delante de Casas de Soportales, una edificación popular del siglo XVIII con planta rectangular, dos pisos y planta baja con dos arcos de medio punto de sobresalientes sillares.
 
 
Llegamos a la plaza de los Mártires pasando delante de la capilla de Santa Ana construida en el siglo XVI adosada a un hospital de peregrinos, aún se conserva una saetera en el muro norte después de ser destruida por los totalitaristas de izquierda durante la Guerra Civil.

 
Descendemos por la cuesta del Carril hasta la carretera N-632 la que cruzamos para continuar por la AS-258 por el barrio Solrivero cruzando el río Libardón.
 
 
Continuamos por la carretera hasta cruzar el puente de la autovía en el Taquín.
 
 
Un desvío a la derecha después del viaducto hasta encontrar a nuestra izquierda un camino terrero que asciende ligeramente entre fincas: "Camín Real".
 
 
Una vez alcanzamos el falso llano vemos a nuestra derecha las ruinas de las viejas escuelas de la Riera: Escuelas Caride Toyos.
 
 
Las escuelas no son más que un abandonado edificio en ruinas tomado por la maleza añorando sus mejores tiempos. Lo donado con tanta generosidad, esfuerzo y patriotismo hacia su Tierra por los indianos Eufrasio Toyos Toyos y José Caride Pérez en el año 1909,(como nos recuerda la inscripción sobre los restos de la puerta principal) se pudre por la dejadez del patronato regido por el Ayuntamiento de Colunga, responsable de su mantenimiento. 
 
 
Las escuelas constan de dos pabellones, uno para niños y otro para las niñas, biblioteca, cocina, comedor, habitaciones para los docentes y patio con pozo artesano, finca y cuadras para animales. Una destacada inversión de la época cifrada en unas 30451 pesetas a las que se sumarían el material docente y el mobiliario. 
 
 
Cuando en 1910 el rector de la Universidad de Oviedo, Fermín Canella,  inaugura estas instalaciones comenta, tal vez, profeticamente: "...educar los hombres del mañana, el reconocimiento a la memoria de los fundadores."
 Pobre del pueblo que olvida a los mejores de sus vecinos y benefactores.
 
 
A la izquierda del Camín Real vemos el Palacio de La Riera restaurado recientemente.
 
 
El conjunto palaciego está formado por: vivienda palaciega, palomar, llagar, capilla, cuadras, granero, pozo y vivienda de servidumbre.
 
 
Es de planta rectangular con orientación sur, tiene dos plantas pero en su fachada norte solo tiene una planta por el desnivel del terreno.
 
 
La capilla restaurada en el 2010, está dedicada a San Juan Bautista, destacan las columnas toscanas de arenisca en el portal. Está adosada al muro norte de las dependencias.
 
 
Haciendo esquina en el muro norte se encuentra el palomar de planta cuadrada con tejado a cuatro aguas.
 
 
El camino discurre entre prados, si continuásemos por la derecha llegamos al depósito de aguas construido en 1927 y en tareas de acondicionamiento.
 
 
Nuestra senda se pierde por la mala conservación de los caminos, debemos utilizar una nave ganadera que tenemos enfrente como referencia.
 
 
Por nuestra izquierda giramos sobre La Riera y a nuestra derecha la zona donde durante la Guerra Civil se improvisó un campo de aviación.
 
 
Una vez pasamos por debajo de la nave ganadera descendemos por la pista de la Zahorra hasta el cruce de la pista de Perandi.
 
 
Descenderemos por la pista de la izquierda a través de La Teyera llegando a la carretera AS-258, en el barrio de La Viña, en La Riera de Allá.
 
 
Cruzamos la carretera y bajamos por el camino hormigonado que nos lleva directamente al puente sobre el río Libardón.
 
 
Caminamos placidamente por el barrio de La Nozaleda disfrutando de su cuidada arquitectura popular.
 
 
Otra vez cruzamos el río Libardón alcanzando los barros de Llangucha y La Pride.

 
Estamos en la Riera de Acá, en un ambiente agro-ganadero que llena todos los rincones. 
 
 
 
En el barrio de Fonciello pasamos por debajo del corredor de una singular edificación.
 
 
Nuevamente alcanzamos la carretera AS-258 continuamos por la misma unos 50m.

 
A la entrada del pueblo, en curva, tomamos a la derecha la pista El Castru que discurre por la vega entre las fincas.

 
Volveremos a cruzar el río Libardón para abandonar la pista y tomar una senda en malas condiciones que sale a nuestra diestra.
 
 
El sendero discurre entre un bosque de eucaliptos principalmente, hasta llegar a un cruce que tomaremos hacia la izquierda, dirección Colunga.

 
Este giro nos permite ver en toda su amplitud la hermosa Ería de Sienra.
 
 
Por el barrio de Friera pasamos debajo del puente de la autovía entrando en Colunga.
 
                       
 
Por el Ferreru llaneamos entre muestras de arquitectura tradicional y nuevas construcciones.
 
 
Desembocamos en el mercado de ganados de Colunga, tomando la Avda. del Sueve hasta la rotonda.

 
 
Subimos la calle Las Palmeras para desembocar frente la iglesia San Cristóbal, final de la ruta.