Comenzamos la ruta desde el pueblo de Loroñe, Colunga, el coche los dejamos en los restos del antiguo cargadero y tomamos una pista que llanea entre avellanos.
Una vez superada la pequeña cabaña cabrera a nuestra izquierda, la pista, es más pendiente a pocos metros llegamos a un cruce, continuamos por la izquierda.
Entre viejos castaños, nos encontramos con una cancela que cruzamos. Desde este punto se ven claramente las heridas de la mina en la roca.
Podemos observar los restos del plano inclinado por donde bajaba el mineral hasta las tolvas y una torre eléctrica que suministraba energía a la explotación.
El camino es pedregoso, en continua ascensión, pero está bien marcado pues la mina se utiliza como refugio ganadero.
Abandonada y cubierta por la vegetación pasamos delante de las ruinas de lo que en su momento fue la Casa de la mina.
Justo por debajo del camino hay un bebederu y a su lado descubrimos los restos de una vagoneta minera.
Estamos a 350 m. en el paraje llamado Copín, en la vertiente noreste de la sierra del Sueve.
Unos 100 metros por debajo de la entrada vemos la puerta de la santabárbara.
Con la finalidad de acceder a las vetas de calcita espática hubo de perforarse una galería de entrada de unos 25 metros.
Tendremos en cuenta que estamos ante un cráter de forma cónica provocado por un fenómeno kárstico que dejo al descubierto grandes paquetes de calcita.
La mina fue explotada desde 1964 hasta finales de los años 70 destacando por la calidad del mineral y su pureza. La producción era destinada como fundente y a la fabricación de cerámica y vidrio.
Los mineros para poder extraer la calcita de las zonas altas se descolgaban utilizando cuerdas y rústicos andamiajes.
Las vistas panorámicas de la rasa costera de los concejos de Colunga y Caravia son impresionantes.
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