Aunque la subida al Urro suele comenzar en el pueblo de Alvariza (220 m.) para ascender por una sinuosa carretera de montaña a Mudreiros (680 m.), nos saltamos el asfalto y comenzamos desde esta pequeña aldea.
El caserío de Mudreiros está asentado sobre los restos de antiguas explotaciones auríferas de época romana, siendo perceptibles los grandes desmontes causados.
Su pasado vaqueiro se intuye entre la arquitectura tradicional ganadera de alta montaña. En la actualidad se ha cambiado la trashumancia por un asentamiento estable.
Cruzamos el caserío hasta una fonte-bebederu donde comienza un sendero rumbo oeste.
El camín serpentea la loma de la Cruz, siendo la subida progresiva sin grandes cuestas.
Un amigo nos saluda en mitad del sendero: el Auguis fragilis, conocido por lución en castellano pero en Asturias recibe los nombres de: escolanciu, esculibierto, alagüezanu, zarangüetu o escalamuertu.
El escolanciu no es una culebra, es un lagarto sin patas de cuerpo cilíndrico, como las lagartijas dispone de autonomía caudal, es decir ante un depedrador decide desprenderse de la cola, esta se regenera, pero no alcanzará la longitud de la perdida; a diferencia de las serpientes tiene párpados móviles, lo que le permite cerrar lo ojos, es muy longevo puede llegara a vivir 40 años.
Casi sin darnos cuenta estamos en el Collado de las Bobias de donde a nuestra izquierda, bajo los aerogeneradores sale lo que queda de una pista.
Tranquilamente ascendemos hacia la cima de La Colladiella acompañados del ronronear de los aerogeneradores.
El impacto visual y la contaminación acústica es notable en todo el cordal de la Sierra de Begega.
Desembocaremos en la pista para los vehículos de mantenimiento de los molinos de viento.
Giramos hacia nuestra izquierda, cruzando la pista para localizar la cima señalada por un montón de piedras formando un jito.
Desde la cumbre, el primer impacto visual es al sur con la mole de Peña Manteca al fondo.
Formidable balconada que nos muestra al este el Valle del Pigüeña, al oeste el Valle del Narcea.
El premio visual del Urro (1107 m.) es este horizonte que nos muestra el paisaje del occidente astur.
A nuestras espaldas, al norte, todo el cordal sembrado por aerogeneradores y Peña Aguda al fondo.
Aprovechando la pista de mantenimiento, acometemos la cima del Picu La Bobia.
Desde el Picu La Bobia (1056 m.) disfrutamos del regalo del paraíso astur antes del descenso.
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