miércoles, 27 de abril de 2016

Picu Horru. Belmonte de Miranda.

 
El Pico Horru es el pico más alto de la Sierra de la Manteca, en la cordillera Cantábrica. Está situado en el concejo de Belmonte de Miranda, entre las parroquias de Agüera y Las Estacas, tiene una altura de 1522 m.
 
 
La ascensión al Horru la realizamos de la hermosa aldea de San Esteban (800 m.) perteneciente a la parroquia de la Agüera.

 
San Esteban es el último de una serie de pueblos comunicados por una estrecha carretera de montaña que nos muestra excepcionales vistas sobre el valle del Pigüeña.
 
 
 Tomamos rumbo norte hacia la parte más alta de la aldea donde pasadas las últimas casas, lo hormigonado se convierte en una pista de tierra.

 
Comodamente, aunque con algún tramo más pendiente, caminamos por los Argomales. 
 
 
Se llega al cruce de La Salgada donde continuamos a la derecha guiándonos por el sonido del reguero Abedul.

 
Una vez atravesamos el reguero Abedul, el lugar es un cruce de caminos donde una calzada a la derecha baja a Villar de Zuepos.
 
 
Dejamos atrás el reguero Abedul, la pista terrera se vuelve cuesta, al final de la misma nos encontramos con unas cabañas y una fuente, estamos en la Cochada Fondera.
 
 
Continuamos por la pista hasta el cruce de Panxango (1030 m.) donde lo habitual es girar a la izquierda hacia las praderías de Zuepos y cabaña de Corralón.
 
                  
 
Llegados a este punto, continuamos de frente a las praderías de Berniez.
 

 
Bordeamos entre murias, vemos que el camín desciende, parece que va hasta el pueblo de Quintanal, no nos interesa, así que giramos para ascender por la derecha por un estrecho camín.  

 
Subimos a tres picachos consecutivos desde donde pese a la niebla disfrutamos de formidables vistas panorámicas.

 
Estas cotas marcan las alturas de 1061 m., 1088m. y 1091m. mostrándonos el esplendor de sierra Manteca. 
 
 
Bajamos hacia las cabañas y pasaremos entre ellas, para ascender a las camperas.
 
 
Faldeamos por cómodas praderías y caminos terreros observados por el numerosa ganadería equina de la zona.Subimos hacia los Bragachos por el exterior de una muria, acercándonos a el Horru.

 
En poco tiempo llegamos a Cabaña del Corralón, referencia para atacar el Horru.

 
La subida por la vaguada es muy rápida y cómoda hasta la Chomba de Cuetamoliz (1207 m.)
 
 
Después de bajar la chomba, decidimos que para llegar al picu La Chana, lo más rápido sería subir de frente, pero el tema se complica pues las escobas tenían una altura importante.
 
   
 
Alcanzamos una pequeña collada que hce de antesala, siempre entre piornos y escobales, estamos en la Loma de la Chana (1389 m.), a nuestros píes el Collau Muraco.
 
 
 Bajamos unos metros hasta el Collado Muraco (1363 m.), desde donde arremetemos contra la peña, los piornales y piedras sueltas.
 
 
Nuestro amigo, el Auguis fragilis o escolancio, muy abundante en la sierra Manteca no tiene miedo a la incipiente neblina.
 
 
La niebla cada vez más intensa casi no nos permite ver la cima haciendo peligrosa la subida.
 
 
Ascendemos a la cumbre que, además del VG, cuenta con una caseta de madera con antena y placas solares, un buzón de cumbres y un enorme hito de piedras apiladas. 
 
 


lunes, 25 de abril de 2016

Senda el Tranqueru. Carreño.

                          

 
Partimos de la Ciudad Residencial de Perlora buscando la parte alta del aparcamiento de la playa de Carranques donde comienza la senda.
 
 
La playa de Carranques es un arenal muy frecuentado por los bañistas que disfrutan de su  oleaje moderado, su protección natural contra el viento y su arena dorada.  
 

 
En pleamar queda dividida en dos arenales con forma de concha que gozan de accesos independientes. Con los buenos equipamientos  de la Ciudad Residencial y salvamento en temporada alta, disfruta de un entorno paisajístico privilegiado.

 
La senda da comienzo cruzando el primero de los túneles de 136 m.
Está muy remodelado con placas de metal y revestimiento de hormigón. Bien iluminado.
 
 
Pasando el túnel, salvamos el monte del Castiello, la senda discurre sin ninguna desviación ignorando los caminos que os salen al paso.
 
 
Una pista que nos sale a nuestra izquierda nos sube a la Punta del Castiello donde disfrutamos de unas vistas formidables de la costa Cantábrica.
 
 
El monte del Castiello es muy frecuentado por los pescadores por eso, afortunadamente, hay varios senderos abiertos entre las cotoyas que nos permiten subir y acercarnos a sus acantilados.
 
 
El promontorio es un «templo geológico», muestra el tránsito del Devónico al Carbonífero.
 
 
En el acantilado pétreo, se conservan formaciones arrecifales con abundancia de fósiles.
 
 
 Volvemos a la senda para cruzar el segundo túnel de 36 m. de mampostería y ladrillo.
 
 
Nos acercamos al puente metálico que se terminó en el año 2014 después de que un argayo se llevase por delante, más de 40 metros del camino, causando importantes daños en el conducto de saneamiento y gas del concejo de Carreño.
 
 
Fue una actuación compleja, debido a las condiciones del terreno, la pasarela metálica, de casi 50 metros de longitud, hubo de ser instalada mediante la técnica de empuje por una grúa. 

  
 
Recordemos que la senda discurre sobre la vieja plataforma del ferrocarril llamado: "El Carreño", cuya construcción se inició en 1902 para inaugurase la línea Aboño-Candás-El Regueral en el año 1909.
 
 
 En un primer momento el ferrocarril se dedicó exclusivamente al transporte de mineral de Regueral, Piedeloro y Coyanca, así como otros portes de menor entidad de calizas y cemento.
 
 
Debido a deficiencias detectadas en la ejecución del trazado por técnicos del Gobierno no será hasta mediados de 1910 cuando se establece un servicio de viajeros entre Aboño y Candás con ocho trenes diarios, cuatro en cada sentido.

 
Será en 1917 cuando se inauguró la línea  Gijón-Candás por el llamado "Túnel Bajo" incrementándose espectacularmente el número de pasajeros.

 
Debido a los continuos corrimientos de tierras, en 1969, se construyó una visera inclinada de hormigón armado para la protección de la vía.
 
 
Los frecuentes cortes obligarían a modificar el trazado abandonando la caja y reutilizándola como senda verde.
 
 
Una vez superada la visera, un camino a nuestra izquierda nos desciende hacia la playa El Tranqueru, cerrada entre El Castiellu y la Punta de Aviao por su parte occidental.

 
 Si echamos la vista hacia arriba veremos los grandes sillares de los muros de contención de la caja ferroviaria.
 
 
La playa El Tranqueru tiene unos 200 m. de longitud, con un arenal de escasas dimensiones solo visible durante la bajamar en su extremo oriental.
 
 
Su plataforma de abrasión es un ejemplar corte estatigráfico de areniscas y pizarras del Devónico denominadas como Formación Naranco.
 
 
La afluencia a la playa es baja al carecer de los básicos servicios, utilizándose casi exclusivamente para el baño y la pesca deportiva.
 

 La senda discurre delante de unas bancadas de hormigón para el descanso de los peatones.
 
 
Poco antes del tercer túnel se habilita un pequeño mirador con vistas al Cantábrico, la playa de El Tranqueru y todo el sendero recorrido.

 
Ya, estamos en el tramo final de la senda, nos resta cruzar el tercer túnel de 37 m. para llegar a Xivares.

 
 
Continuamos hasta ver la Urbanización playa de Xivares. A la altura de un panel explicativo, bajamos por unos escalones protegidos por traviesas hasta un pequeño mirador.
 
 
  Después subimos a la urbanización por una ancha carretera para contemplar la playa de Xivares. Desde éste punto se emprende el regreso.