Don Pedro de Inguanzo y Rivero nacido en el Palacio de la Herrería en Vibaño, Llanes, el 22 de diciembre de 1764, hijo de una de las familias más notables del concejo de Llanes, que honra su memoria histórica con este busto.
La presente escultura está realizada por la gijonesa Delfina Cristina Carreño ( 1924-1991).
La obra se compone de un pedestal de sillarejo con una sencilla lápida con la inscripción: "CARDENAL INGUANZO *1764 +1836", sobre el que se asienta el busto en bronce del Cardenal.
El prelado y político asturiano estudia con los benedictinos de Celorio para doctorarse en Sevilla de teología años después. Ganará, por oposición, la cátedra de derecho canónigo en el Cabildo de Oviedo.
En 1808 apoya el levantamiento de la Junta del Principado contra la invasión napoleónica, siendo nombrado ministro de Gracia y Justicia un año más tarde. En 1811, jura las Cortes de Cádiz como representante de Asturias donde defiende los derechos de la Iglesia Católica y el mantenimiento de la Santa Inquisición publicando textos como: "Discurso sobre la segunda proposición preliminar del proyecto acerca de la Inquisición" y "Discurso sobre la confirmación de los obispos".
En 1814, es nombrado obispo de Zamora para en 1824 conseguir el arzobispado de Toledo y ser nombrado cardenal en diciembre de ese mismo año por León XII.
Es su "momento" obteniendo dignidades de Consejero de Estado, nombrado miembro de la Real Academia de la Historia y condecorado con la Gran Cruz de Carlos III. Pese a todo, fallece en Toledo el 30 de enero de 1836 apartado de la vida pública por sus opiniones demasiado reaccionarias.
La escultura se puede contemplar en la Plaza de Cristo Rey de Llanes, al pie de la entrada de la Basílica menor de Santa María del Conceyu.
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